"Relata la guerrillera de nuestro destacamento Motia Kaspiróvich: "Estoy en casa, entra un grupo de alemanes. Mi Kolia de seis meses estuvo en una cuna, el fascista lo mató. La hija Galia de siete años le ruega: "No me dispare, señor, no tengo culpa", pero el fascista la mató también. Se puso a llorar otra hija Toma de tres años, el fascista le disparó en la cabeza. Estuve en la estufa apoderada de miedo horrible… El fascista hizo disparos del automático, me hirió en el brazo y el costado. Considerándome muerta, salió de la casa y la encendió. Logré salir al patio y esconderme…"
Un fragmento de la revista "Narodny mstítel" Nú.1 del año 1943