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Las escribían donde podían, en las chabolas, entre los combates: en el empapelado, cuadernos de alumnos, libros de oficina…
Las revistas manuscritas de los guerrilleros se guardaban con los documentos importantes y se llenaban con hechos igual que con los relatos sobre la vida cotidiana, combates, héroes. Las revistas improvisadas se reanimaban con dibujos y humor invariable. Transmitiendo uno a otro, las leían para animarse con la esperanza de vencer pronto.
Las revistas manuscritas de los guerrilleros se guardaban con los documentos importantes y se llenaban con hechos igual que con los relatos sobre la vida cotidiana, combates, héroes. Las revistas improvisadas se reanimaban con dibujos y humor invariable. Transmitiendo uno a otro, las leían para animarse con la esperanza de vencer pronto.
PÁGINA
HOSPITALES DE SANGRE
"Las cirugías se realizaban en carretas, en el suelo, en oscuras casas campesinas. Siempre con herramientas improvisadas. Las extremidades se amputaban con simples serruchos. De anestesia – unas grandes dosis de aguardiente. Con frecuencia los pacientes quedaban discapacitados o morían de tales heridas o enfermedades que en unas condiciones normales se curaban..."
Foto del archivo del Museo
El invierno de los años 1941–1942 fue la época más dura para los heridos. Lo contaron los soldados recordando el período más complicado del movimiento guerrillero en las páginas de la revista "Los guerrilleros de Rogachiov en la lucha contra los invasores fascistas" del mes de junio de 1944. Un capítulo entero del libro manuscrito se dedicó al servicio médico-sanitario. La situación mejoró en la segunda mitad de 1942: en los bosques profundos aparecían hospitales de sangre que prometían vida a los enfermos graves. Pero todo esto vino después. Mientras que entonces, en el primer invierno severo de la guerra cuando el movimiento guerrillero no era más que unos pequeños grupos y destacamentos, no había ni medicamentos, ni trabajadores sanitarios, ni condiciones para prestar asistencia…
Es sorprendente, pero durante la guerra los partisanos no solían padecer de enfermedades. La asistencia médica la necesitaban los heridos, los que sufrían de tifus y de sarna. Prácticamente no hubo tratamiento de resfriados. En los casos más graves se recurrían al calentamiento, se tomaban caldos de bayas e hierbas. La pulmonía se curaba con medicamentos si se conseguían.
Foto del archivo del Museo
De materiales de vendaje servían sábanas, toallas, ropa blanca que se recogían de la población. La tela de paracaídas fue un verdadero descubrimiento. La empleaban para vendar, con los hilos de seda se cerraban las heridas. A veces los fármacos y la gasa se obtenían de los alemanes a través de los peatones que los cambiaban por tocino y huevos. El algodón "se extraía" de las mantas y chaquetones guateados. En este caso mucha ayuda llegaba de la población rural. Las vendas enyesadas las sustituían con férulas de chapeado, corteza y varillas. El problema de los heridos fue el más agudo. Afectaba la capacidad de maniobra y la actividad de combate del destacamento. Cayendo en el cerco de las expediciones punitivas tocaba esconder a los enfermos graves. En la mayoría de los casos, en unas pequeñas isletas en medio del pantano con esperanza de que el soldado aguantara hasta que llegara la ayuda.
En verano de 1942 en los bosques profundos de Klíchev se fundaron los primeros hospitales de sangre para los guerrilleros graves de las regiones de Rogachiov y Zhurávichi. Solían llamarlos "Yalta".
Se ubicaban en unas chabolas vigiladas por un comandante. También hubo hospitales de sangre secretos. Los guerrilleros de la 8ª brigada de Rogachiov contaron sobre uno así en su revista manuscrita.
"Igual que "Yalta" algunos destacamentos guerrilleros organizaban unos hospitales de sangre clandestinos en otras localidades. Un hospital así hubo al lado de la aldea Jimy del consejo rural de Stolpnia de la región de Rogachiov. Un área pantanosa rodeada por tres lados de pequeños arbustos y un campo abierto alrededor. Los fascistas no podían ni imaginar que al lado de la aldea hay un hospital guerrillero".
La ampliación del movimiento de partisanos favorecía la comunicación con el centro. A los destacamentos llegaban doctores, enfermeros y medicamentos tan esperados. En los grupos de guerrilleros se fundaban unidades médico-sanitarias, apareció un cargo nuevo de jefe de servicio sanitario.
Los Makéyev-Kocherevski. E.P.Kocherévskaya (a la izquierda) y M.T.Makéyev (a la derecha), el destacamento P.K.Ponomarenko de la brigada Shturmovaya de la provincia de Minsk, año 1937
La bolsa y las herramientas médicas del doctor del destacamento Ponomarenko de la brigada Shturmovaya de la provincia de Minsk, M.T.Makéyev
Foto del archivo del Museo
"Una tienda de campaña camuflada contra los malvados aéreos. Las camas están cubiertas con sábanas y mantas, hay almohadas. Las mesas y cualquier rincón libre abundan de botellas, ventosas, cajas con todo lo necesario para curar las enfermedades y ayudar a los heridos", es la descripción del servicio de sanidad del destacamento "Komsomol" (1ª brigada guerrillera de Minsk) presentada en las páginas de la revista manuscrita Nú.2 "Komsomólskaya Iskra" ("La chispa del Komsomol") del mes de octubre de 1943.
En la revista los soldados también hablaron de la enfermera Zinaída A. Duben, jefa del servicio médico-sanitario: "La energía de esta joven jefa del servicio de sanidad y una actitud sensible del mando hicieron todo lo posible en este bosque espeso rodeado del enemigo… Zinaída acompaña con su carreta sanitaria a los guerrilleros en sus operaciones bélicas prestando asistencia médica donde sea necesario".
La graduada de la escuela de enfermería de Borísov Zinaída Duben fue reclutada para el Ejército Rojo en los primeros días de la guerra. Trabajó en Borísov en un hospital de evacuación. El desarrollo de los acontecimientos militares obligó a trasladar el hospital a Saransk, Zinaída lo siguió. En mayo de 1942 la joven trabajadora sanitaria fue llamada para Moscú. Allí le tocó estudiar en una escuela especializada para dirigirse después a la retaguardia del enemigo. El 22 de agosto de 1942 Zinaída Duben comenzó la actividad de combate en el destacamento guerrillero de la revista "Pravda" ("La verdad") en la provincia de Minsk. La joven comunista participaba en las emboscadas, se unía a las operaciones especiales, junto con los soldados hacía volar los trenes enemigos.
Z.A.Duben, jefa del servicio de sanidad del destacamento "Komsomol" de la 1ª brigada guerrillera de Minsk, año 1942
El 1º de enero de 1943 se trasladó al destacamento "Komsomol". Su tarea fue organizar un servicio de sanidad para salvar a los heridos incluso en el campo de batalla. En 1944 Zinaída Duben fue condecorada con la Orden de la Estrella Roja.
Foto del archivo del Museo
Las fotografías de enfermeras y doctores de diferentes destacamentos y brigadas guerrilleros cuyos materiales forman parte de la exposición y los fondos del Museo de la Historia de la Gran Guerra Patria:
T.V.Borzova, enfermera del destacamento G.I.Kotovski de la brigada S.M.Budionni de la provincia de Pinsk, 1944
L.V.Yakímova, jefa del servicio de sanidad de la brigada Chapáyev de la agrupación guerrillera de Brest, 1944
El dentista de la brigada Chkálov de la provincia de Baránovichi A.M.Danilián trabajando, 1944
Un fragmento de la exposición de la sala Nú.7, un hospital guerrillero en el Museo Estatal de la Historia de la Gran Guerra Patria
Las herramientas médicas de L.M.Arestóvich
L.M.Arestóvich, jefa del servicio de sanidad del destacamento Frunze de la brigada Suvórov de la agrupación de Minsk, 1947
En los años de la Gran Guerra Patria en los grupos guerrilleros en el territorio de Belarús trabajaron más de 570 doctores y 2095 trabajadores sanitarios. Fueron ellos los que poniendo en riesgo su propia vida se esforzaban por salvar a los demás en los campos de batalla, en chabolas, interviniendo en la oscuridad, en unas condiciones peligrosas y duras.
La revista manuscrita "La vida cotidiana de los partisanos de Rogachiov", junio de 1944
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