"…Y a menudo en una chabola sombría, en una cucheta cerca de una mechita de sebo, un joven luchador reúne a sus compañeros y, al sacar de su bolsillo un papelito ajado, les lee sus poemas o su cuento. Y los partisanos, cansados después de una misión difícil, admiran al joven autor, y la vida les parece más bella y más rica. Así, en raros momentos de descanso nace el arte guerrillero. Es joven y no tiene forma acabada, pero expresa los sentimientos y aspiraciones sinceras".
Un fragmento del prefacio para el "Almanaque del arte guerrillero" de la brigada G.K. Zhúkov de la provincia de Vileika, número 1