Habitualmente después de una operación exitosa organizamos en el pueblo una velada de propaganda con canciones y regresamos a nuestros campamentos forestales. El acordeón siempre nos acompañaba. Las canciones a veces las componíamos nosotros mismos a los temas concretos. Por ejemplo, hubo un caso así: del pueblo Savrásovka quitamos a un auxiliar alemán. Hasta el campamento hubo 8-10 kilómetros. Al alejarse del poblado alguien pidió tocar "Bárynia", uno de los guerrilleros cantó unas coplas populares prerrevolucionarias, pero en una nueva interpretación guerrillera...